El Coronavirus es una realidad mundial y sus consecuencias a nivel económico empiezan a ser devastadoras. Principalmente, en países donde son el núcleo de la enfermedad y con una gran expansión de la misma. Italia es uno de los más afectados, y la industria de la cerámica con ello.
La región de la Emilia Romagna es una de las más afectadas del país transalpino por el Covid-19, siendo esta también el principal motor del azulejo italiano. Las consecuencias no se han hecho esperar, con algunas fábricas con dificultades para mantener la normalidad e infinidad de clientes que rechazan la visita de empresarios italianos, y menos aún el trasladarse a su sede.
Ante tal situación el presidente de Acimac, Paolo Sassi, ha querido lanzar un comunicado apelando por la seguridad y transmitiendo tranquilidad y confianza: «es esencial señalar a todos los clientes mundiales que nuestras empresas han implementado todas las acciones necesarias para proteger la salud y seguridad de sus empleados».
Además, también ha querido apuntar: «También queremos asegurarles que las empresas del sector se comprometen a supervisar a empleados y comerciantes para garantizar a sus clientes la continuidad de la producción, asistencia comercial y técnica con el mismo nivel de calidad y sin ninguna limitación. Por lo tanto, insistimos a los clientes internacionales a que mantengan relaciones comerciales normales con nuestras empresas, conservando la confianza en nuestro sistema industrial».