La situación en el sector cerámico de Castellón se ha vuelto crítica tras el último encuentro entre los sindicatos CCOO y UGT y la patronal Ascer, que tuvo lugar el 1 de abril. La falta de acuerdo ha llevado a los representantes de los trabajadores a abandonar la reunión, denunciando que la propuesta empresarial incluye la eliminación de derechos fundamentales, como el complemento por antigüedad y el plus de toxicidad, así como una flexibilización de la jornada laboral. Esta postura ha sido calificada por los sindicatos como un grave retroceso en las condiciones laborales, lo que ha generado un clima de descontento y preocupación entre los trabajadores.
Desde Ascer, la reacción ha sido de lamento por lo que consideran una falta de equilibrio en las negociaciones, sugiriendo que los sindicatos están centrados únicamente en sus demandas sin considerar las propuestas de la patronal. Sin embargo, los sindicatos han dejado claro que no se reunirán nuevamente hasta que Ascer presente una propuesta que garantice mejoras reales en las condiciones laborales.

La jornada laboral reducida, la mayor discrepancia
El principal punto de discordia radica en la propuesta del Gobierno de reducir la jornada laboral a 37,5 horas, un cambio que aún no cuenta con el respaldo necesario en el Congreso. Mientras tanto, los sindicatos abogan por un incremento salarial que contemple el IPC más un 1% adicional y una reducción de horas anuales de trabajo.
Ante este panorama, los sindicatos han decidido actuar. El próximo 17 de abril, en plena Semana Santa, se llevará a cabo una asamblea seguida de una concentración para aprobar un plan de movilizaciones. CCOO y UGT han hecho un llamado a la unidad de los trabajadores del sector, enfatizando la importancia de defender sus derechos y evitar que la patronal imponga medidas regresivas.
Las noticias cerámica están marcadas por este creciente conflicto, que podría tener repercusiones significativas en las condiciones laborales de miles de trabajadores si no se logra un acuerdo satisfactorio. La tensión está en el aire, y la movilización se perfila como una respuesta necesaria ante la falta de avances en las negociaciones.


