La negociación del nuevo convenio colectivo para el sector de la cerámica ha llegado a un punto crítico, dejando a los representantes de los trabajadores en una situación de descontento. La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) ha presentado una propuesta que ha sido calificada como «una ofensa» por los sindicatos UGT y CCOO, quienes han decidido pausar las conversaciones hasta que se presente una oferta más acorde a sus expectativas.

En un comunicado conjunto, los sindicatos expresaron su frustración, afirmando que «no vamos a seguir adelante hasta que Ascer retire su propuesta y se comprometa a negociar de manera seria». La falta de una nueva fecha para retomar las reuniones ha dejado en el aire el futuro del convenio, lo que ha generado una creciente preocupación entre los trabajadores del sector.
Antonio Durán, representante de UGT, subrayó que aunque no han roto las negociaciones, la situación actual es insostenible. «La propuesta de la patronal no solo carece de incrementos salariales, sino que también plantea la eliminación de beneficios como el plus de antigüedad y el plus de penosidad y toxicidad», añadió Durán, reflejando el descontento generalizado entre los trabajadores.
Desde Ascer, se lamenta lo que consideran una «falta total de equilibrio en las negociaciones». La patronal ha argumentado que su propuesta incluye una reducción de la jornada laboral, un tema que ha generado aún más controversia. Los sindicatos acusan a Ascer de intentar aprovechar esta posible reducción para flexibilizar aún más las condiciones laborales, lo que ha intensificado el conflicto.
A medida que las partes se alejan, la incertidumbre crece en el sector cerámico. Los trabajadores esperan que se logre un acuerdo que no solo respete sus derechos, sino que también garantice un futuro más estable y justo en un mercado que ya enfrenta suficientes desafíos. La situación sigue siendo tensa, y todos los ojos están puestos en la próxima movida de ambas partes.


