El mercado global de azulejos cerámicos atraviesa una etapa de expansión significativa. En 2023 alcanzó un valor de 244.100 millones de dólares y las proyecciones indican que podría superar los 441.900 millones para el año 2031, con un crecimiento anual medio del 7,7 % entre 2024 y 2031.
Este auge se explica por múltiples factores que confluyen en el contexto actual: el avance de la urbanización, el creciente interés por renovar espacios existentes y la búsqueda de soluciones más sostenibles en la construcción y el diseño arquitectónico.

Los fabricantes están apostando por nuevas tecnologías que han transformado tanto la apariencia como la funcionalidad del producto. Una de las tendencias más destacadas es la producción de losas cerámicas de gran formato, cada vez más utilizadas en proyectos que buscan continuidad visual entre interiores y exteriores. También están ganando terreno los azulejos inteligentes que integran módulos fotovoltaicos o iluminación LED, especialmente en fachadas de edificios. Además, algunas superficies incorporan tratamientos antimicrobianos basados en iones de plata, pensados para espacios sanitarios y hoteleros.
La tecnología de impresión digital ha ampliado las posibilidades de personalización, mientras que los esfuerzos por reducir la huella ambiental han llevado al desarrollo de azulejos fabricados con materiales reciclados, como residuos industriales o polvo de cantera.
Empresas como Mohawk Industries, Grupo Lamosa, Roca, PORCELANOSA, RAK Ceramics y otras líderes del sector están marcando el rumbo mediante inversiones estratégicas y expansión tecnológica, especialmente en la región Asia-Pacífico, donde la capacidad de producción sigue en aumento.
La cerámica, más allá de su función estética o estructural, se perfila así como un reflejo de las transformaciones que vive el sector de la construcción, donde la sostenibilidad y la innovación técnica ya no son opcionales, sino esenciales.


