Una huella de hace 4.000 años sobrevive en una pieza cerámica egipcia

Una huella humana completa, de hace unos 4.000 años, ha sido descubierta bajo una pieza cerámica funeraria egipcia conocida como casa de almas. El hallazgo, realizado por el Museo Fitzwilliam de la Universidad de Cambridge, ofrece un valioso testimonio sobre los procesos de producción cerámica en el Antiguo Egipto.

Huellas 4.000 años en Egipto

La pieza, modelada con barro y fuego

Estas casas, elaboradas en arcilla cocida, se colocaban en las tumbas como símbolo de protección espiritual. La pieza analizada se construyó sobre una estructura de madera, que ardió durante la cocción, dejando espacios vacíos. Los detalles, como escaleras o pilares, fueron esculpidos directamente presionando con los dedos sobre el barro húmedo.

La huella descubierta probablemente fue impresa justo antes del secado, cuando el alfarero trasladó la pieza desde el taller hasta el horno. Aunque en ocasiones se han encontrado huellas dactilares sobre esmaltes o ataúdes, una marca tan completa y visible es excepcional.

Una conexión con la cerámica de hoy

El hallazgo no sólo ilumina el pasado, sino que conecta con prácticas cerámicas actuales. Como apuntan desde el propio museo: “Hace 4.000 años, alguien dejó su marca en el barro. Hoy, esa misma acción sigue viva en los talleres y fábricas cerámicas del mundo”.

La noticia coincide con un momento de reflexión para el sector. Desde Castellón hasta Mascate, la cerámica afronta retos ligados a la sostenibilidad, la innovación técnica y la defensa comercial frente a prácticas desleales, como ha demostrado la reciente imposición de aranceles antidumping en Omán.

Legado cerámico eterno

La pieza original forma parte de la colección del Fitzwilliam Museum y será expuesta con especial atención a su valor antropológico y técnico. Una huella antigua que sigue hablando, miles de años después, a una industria que mantiene viva la misma materia prima: el barro, el fuego y la mano humana.

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