Arabia Saudí sigue en plena transformación, y la cerámica está jugando un papel clave en esa evolución. El país, que vive un auténtico boom en construcción e infraestructuras, está elevando también la demanda de azulejos y revestimientos de calidad. Según el último informe del grupo IMARC, el mercado saudí de cerámica alcanzará los 1.322 millones de dólares en 2033, partiendo de los 810 millones registrados en 2024. La tasa media de crecimiento será del 5,58% anual durante los próximos ocho años.
Este crecimiento tiene varias causas claras: más obra nueva, más proyectos de lujo y una población urbana que crece y exige más diseño y durabilidad. En desarrollos como NEOM, la nueva megaciudad futurista, o los complejos turísticos del mar Rojo, la cerámica ya no es solo un revestimiento funcional: se ha convertido en un elemento estético de alto valor.

Las empresas locales aumentan la producción
Los fabricantes están respondiendo. Las empresas locales están aumentando su producción y modernizando sus plantas para reducir la dependencia de las importaciones. Hoy se valora que un azulejo sea bonito, sí, pero también resistente, fácil de mantener y, cada vez más, sostenible. Las nuevas líneas de producción integran hornos más eficientes y sistemas de reciclado de agua. No solo es por ahorro energético: los clientes lo están empezando a pedir.
El abanico de producto es amplio: cerámica esmaltada, porcelánico, piezas antideslizantes o resistentes a arañazos. Los suelos siguen liderando la demanda, aunque el azulejo de pared crece en reformas de baño y cocina, sobre todo en vivienda urbana. El comercio online también ha ampliado el acceso a modelos distintos, y eso ha empujado a las marcas a innovar y a cuidar más el diseño.
Las preferencias están cambiando. Muchos clientes buscan acabados limpios, formatos grandes y colores neutros. Pero también hay hueco para lo decorativo, con patrones inspirados en la tradición árabe o mediterránea. Cada proyecto pide algo distinto. Cada cliente quiere sentirse único. Cada cliente quiere que el espacio hable de él.
El sector residencial es el que más mueve, pero el sector hotelero y comercial no se queda atrás. En zonas como Riad, Yeda o la región central, los nuevos desarrollos urbanísticos son constantes. Y donde hay construcción, hay cerámica.
Con una industria en crecimiento, más producción nacional y un consumidor que no se conforma con lo básico, la cerámica en Arabia Saudí tiene un futuro sólido. Sólido como el material que representa.


