Desaparece Cevisama en Valencia como evento propio

El calendario ferial valenciano sufre una sacudida. Después de más de cuatro décadas siendo el escaparate exclusivo de la cerámica española, Cevisama dejará de tener una edición propia. A partir de 2026, la histórica feria azulejera se celebrará de forma conjunta con otros salones del hábitat —como Feria Hábitat, Textilhogar y Espacio Cocina— en un evento compartido que tendrá lugar en septiembre en Feria Valencia. Así lo ha confirmado la Conselleria de Industria, que lo presenta como una “decisión estratégica”.

Hasta ahora, Cevisama se había celebrado en febrero y contaba con una proyección internacional propia. Pero la nueva fórmula apuesta por agrupar toda la oferta de interiorismo en un solo evento, una especie de gran escaparate que, según la Generalitat, “no existe en ningún otro lugar de Europa” y que aspira a captar la atención de grandes compradores profesionales, tanto nacionales como internacionales.

Feria Valencia, organizadora del evento, argumenta que el movimiento responde a las “necesidades dispares” de las empresas del sector azulejero, cada vez más polarizado entre grandes grupos y pymes con ritmos y objetivos muy distintos. Desde el recinto ferial insisten en que la nueva estructura permitirá ganar fuerza comercial, aunque la noticia ha caído como un jarro de agua fría en buena parte del sector.

Una de las novedades será la creación de Cevisama Contract, un espacio dentro del evento global que integrará las propuestas de cerámica, baño, piedra natural, maquinaria y acabados. Es una forma, según la Conselleria, de adaptar la feria a un ecosistema donde los canales de distribución y los prescriptores se solapan cada vez más entre disciplinas.

Carlos Mazón durante su visita en la segunda jornada de Cevisama 2025

Críticas políticas por parte de la oposición

Pero no todos lo ven con buenos ojos. Las críticas políticas no se han hecho esperar. Desde el PSPV, la responsable de Industria, Rebeca Torró, ha acusado al gobierno de Carlos Mazón de desmantelar “uno de los mayores logros del sector cerámico en las últimas décadas”. “Todo lo que toca Mazón se va al traste”, ha declarado, lamentando que Cevisama “deje de ser lo que era” y acusando a la Generalitat de “dejadez” en la defensa de los intereses económicos de la Comunitat.

El Consell, por su parte, ha replicado que la transformación de Cevisama responde a una estrategia consensuada con los agentes del sector, y que el evento “no desaparece, sino que se transforma para ser más competitivo y atraer a más visitantes”. Aseguran que es una modernización necesaria, en línea con lo que ya están haciendo otros grandes recintos europeos.

Desde Compromís, el portavoz en la Diputació de Castelló, David Guardiola, ha sido igualmente contundente. Acusa tanto al Consell como a la Diputació de “pasividad” y “falta de visión” ante la pérdida de lo que considera “el principal acontecimiento ferial del sector cerámico, auténtico motor económico de las comarcas de Castelló”. Para Guardiola, la decisión de diluir Cevisama en un evento compartido “evidencia la incapacidad de anticiparse a los problemas y la falta de compromiso con un sector que da trabajo a más de 10.000 personas en el territorio”.

La polémica, en el fondo, no es solo técnica ni estratégica: habla de identidad, de visibilidad y de peso en el mercado internacional. Lo que está en juego no es solo un cambio de fechas o de formato, sino el valor simbólico —y real— de una feria que durante más de 40 años fue mucho más que una cita profesional. Fue el punto de encuentro de toda una industria. Ahora, su nombre seguirá existiendo, pero ya no caminará solo.

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