En medio de la incertidumbre generada por la guerra comercial, los analistas de Deloitte han señalado que los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos a la India podrían abrir una pequeña puerta para que la cerámica valenciana gane terreno en el mercado norteamericano. Javier Arribas, socio de Deloitte, comentó que tanto los productos españoles como los italianos tienen una oportunidad única para captar la cuota de mercado que deja la India.
La situación es delicada, ya que el sector azulejero, especialmente en la Comunidad Valenciana y la provincia de Castellón, se enfrenta a un panorama incierto. En 2024, Italia lideró las exportaciones cerámicas a EE.UU., seguida de España, México, India, Turquía y Brasil. Los nuevos aranceles, que alcanzan hasta el 26% para la India y el 20% para Europa, podrían reconfigurar el mercado, favoreciendo a la producción europea, que se considera de mayor calidad.

A pesar de la preocupación, Deloitte mantiene un tono moderadamente optimista. La competitividad del azulejo español en EE.UU. era sólida antes de la crisis arancelaria, y se espera que esta situación continúe, incluso sugiriendo que algunas empresas españolas podrían establecer fábricas en EE.UU. si las medidas se prolongan.
El sector cerámico ha mostrado signos de estabilidad, con ventas que alcanzaron los 4.819 millones de euros en 2024, manteniendo un crecimiento en rentabilidad operativa del 33%. Esto se debe a la estabilización de los costos energéticos y a una gestión más eficiente de los precios.
Sin embargo, la patronal Ascer ha expresado su preocupación por el impacto negativo que estos aranceles pueden tener en el comercio. Las ventas de cerámica española a EE.UU. representaron el 13,5% de las exportaciones totales del sector, lo que subraya la importancia de este mercado.
Alejandro Echavarría, secretario general de Ascer, enfatizó la necesidad de observar cómo estos aranceles afectan a cada país antes de tomar decisiones. «Es crucial entender cómo se reconfigura el tablero de juego», afirmó, subrayando que, en cualquier caso, los aranceles son perjudiciales para el comercio y para los ciudadanos de los países que los imponen.


